La densitometría ósea, también conocida como DXA o DEXA (Dual-Energy X-ray Absorptiometry), es una técnica de diagnóstico por imagen que emplea rayos X de baja intensidad para determinar la cantidad de minerales (principalmente calcio) presentes en los huesos.
¿Cómo se realiza?
- Preparación: No suele requerir preparación especial. Sin embargo, se recomienda evitar suplementos de calcio 24 horas antes del examen.
- Procedimiento:
- El paciente se recuesta en una mesa acolchada.
- Un brazo móvil del equipo pasa sobre las áreas específicas del cuerpo, como la columna vertebral, caderas o muñecas, que son las más susceptibles a fracturas.
- La prueba es indolora y dura entre 10 y 20 minutos.
- Resultados:
- Se presentan en forma de índices o puntuaciones:
- T-score: Compara la densidad ósea del paciente con la de un adulto joven sano.
- Z-score: Compara la densidad ósea con la de personas de la misma edad, género y tamaño.
- Se presentan en forma de índices o puntuaciones:
¿Para qué sirve?
- Diagnóstico de osteoporosis: Detecta disminución de la densidad ósea antes de que ocurran fracturas.
- Evaluación del riesgo de fracturas: Estima la probabilidad de fracturas en los próximos años.
- Monitoreo del tratamiento: Ayuda a determinar la eficacia de terapias para la osteoporosis o enfermedades relacionadas.
¿Quiénes deben realizarse una densitometría ósea?
- Mujeres mayores de 65 años o posmenopáusicas con factores de riesgo.
- Hombres mayores de 70 años o con antecedentes familiares de osteoporosis.
- Personas con fracturas óseas previas sin traumatismos significativos.
- Pacientes con enfermedades como artritis reumatoide o hipertiroidismo.
- Usuarios prolongados de corticoesteroides.
Ventajas y limitaciones
Ventajas:
- No invasiva, rápida e indolora.
- Precisa y confiable para evaluar la densidad ósea.
- Usa dosis bajas de radiación.
Limitaciones:
- No mide directamente la resistencia ósea, solo su densidad.
- No es adecuada para predecir fracturas con certeza absoluta.