La densitometría ósea de extremidades es un examen médico que mide la densidad mineral ósea en huesos específicos de las extremidades, como el antebrazo, la muñeca, las manos, las piernas o los pies. Este tipo de densitometría se utiliza para evaluar el riesgo de fracturas, diagnosticar osteoporosis o monitorear la efectividad de tratamientos para la pérdida de masa ósea en esas áreas.
Indicaciones comunes
- Diagnóstico de osteoporosis localizada: Especialmente en personas con antecedentes de fracturas en las extremidades.
- Evaluación de la densidad ósea en zonas específicas: Útil si no es posible realizar una densitometría de columna o cadera.
- Monitoreo de enfermedades metabólicas óseas: En casos donde la pérdida ósea afecta principalmente las extremidades.
- Riesgo de fracturas: Determinar si hay zonas específicas más vulnerables.
Procedimiento
- Preparación:
- No requiere ayuno ni suspensión de medicamentos.
- Se recomienda evitar suplementos de calcio 24 horas antes del examen.
- Realización:
- Se utiliza un escáner de rayos X de baja intensidad (DXA) para medir la densidad ósea.
- La extremidad se coloca en una posición específica en el equipo de medición.
- El procedimiento es rápido, no invasivo e indoloro.
- Duración: Generalmente toma entre 10 y 15 minutos.
Resultados
- T-score: Compara la densidad ósea con la de un adulto joven sano.
- Normal: T-score de -1.0 o mayor.
- Osteopenia: T-score entre -1.0 y -2.5.
- Osteoporosis: T-score de -2.5 o menor.
- Z-score: Compara la densidad ósea con personas del mismo sexo y edad.
Ventajas
- Detecta osteoporosis en etapas tempranas.
- Monitorea cambios en huesos específicos afectados por enfermedades o lesiones.
- Es una prueba rápida y precisa.
Limitaciones
- Menos precisa que la densitometría de columna y cadera para evaluar el riesgo general de fracturas.
- Puede no ser representativa del estado óseo completo del cuerpo.