La esteatohepatitis alcohólica (EHNA) es una enfermedad hepática que se produce debido al consumo excesivo y prolongado de alcohol. La EHNA se caracteriza por una acumulación de grasa en el hígado, lo que puede conducir a una inflamación crónica del hígado y a una lesión hepática. Aunque la EHNA se considera una forma menos grave de enfermedad hepática relacionada con el alcohol en comparación con la cirrosis hepática, es importante tratarla adecuadamente para evitar la progresión a formas más graves de enfermedad hepática.

Síntomas de la EHNA:

Los síntomas de la EHNA pueden variar de persona a persona, y algunos pacientes pueden no presentar síntomas en absoluto. Los síntomas más comunes de la EHNA incluyen fatiga, dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fiebre, ictericia y dolor en el hígado. Los pacientes también pueden experimentar una sensación de plenitud en el abdomen, hinchazón en el abdomen y un aumento del tamaño del hígado.

Diagnóstico de la EHNA:

El diagnóstico de la EHNA se basa en una combinación de la historia clínica del paciente, los resultados de las pruebas de laboratorio y los hallazgos de imagen. La historia clínica del paciente incluye una evaluación detallada de los antecedentes médicos, los antecedentes de consumo de alcohol y los síntomas actuales. Las pruebas de laboratorio incluyen análisis de sangre para evaluar la función hepática y para detectar la presencia de anticuerpos y enzimas específicos del hígado.

El diagnóstico de EHNA también puede incluir pruebas de imagen, como el ultrasonido abdominal, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Estas pruebas pueden mostrar la presencia de grasa en el hígado y evaluar el tamaño y la forma del hígado.

Tratamiento de la EHNA:

El tratamiento de la EHNA depende de la gravedad de la enfermedad y del grado de daño hepático. El tratamiento se centra en reducir la inflamación y mejorar la función hepática. Si el paciente continúa consumiendo alcohol, es importante que deje de hacerlo para evitar un mayor daño hepático.

Los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, el aumento de la actividad física y la adopción de una dieta saludable, también pueden ser útiles en el tratamiento de la EHNA. La pérdida de peso puede reducir la grasa en el hígado y mejorar la función hepática. La actividad física también puede mejorar la función hepática y reducir la inflamación.

En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar la EHNA. Los medicamentos pueden incluir antioxidantes, antiinflamatorios y medicamentos para reducir el colesterol. También se pueden recetar medicamentos para tratar afecciones asociadas, como la diabetes y la hipertensión arterial.

En casos graves de EHNA, se puede requerir una evaluación y tratamiento adicionales, como una biopsia hepática o una derivación portocava. Una biopsia hepática puede ayudar a determinar la gravedad de la lesión hepática y puede ser útil para guiar el diagnóstico y tratamiento. 

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