
Los tumores malignos del hígado son cánceres que se desarrollan a partir de células hepáticas anormales y pueden propagarse a otras partes del cuerpo. El cáncer de hígado es el sexto cáncer más común en todo el mundo y la tercera causa principal de muerte relacionada con el cáncer. En este artículo, exploraremos los tumores malignos del hígado más comunes, sus síntomas y diagnóstico.
Tipos de tumores malignos del hígado:
Hay varios tipos de tumores malignos del hígado, incluyendo:
- Carcinoma hepatocelular (HCC): El carcinoma hepatocelular es el tipo más común de cáncer de hígado y representa aproximadamente el 75% de todos los tumores malignos hepáticos. Este cáncer se desarrolla a partir de células hepáticas llamadas hepatocitos y puede ser causado por una variedad de factores de riesgo, incluyendo la cirrosis hepática y la infección crónica por virus de la hepatitis B o C.
- Colangiocarcinoma: El colangiocarcinoma es un cáncer que se desarrolla a partir de las células que recubren los conductos biliares en el hígado. Este cáncer es relativamente raro y puede ser difícil de tratar debido a su ubicación.
- Angiosarcoma: El angiosarcoma es un cáncer que se desarrolla a partir de células del revestimiento de los vasos sanguíneos en el hígado. Este cáncer es extremadamente raro y puede ser difícil de tratar debido a su capacidad para propagarse rápidamente a otras partes del cuerpo.
Síntomas:
Los tumores malignos del hígado pueden no causar síntomas en las etapas tempranas, pero a medida que el cáncer progresa, pueden aparecer varios síntomas. Estos síntomas pueden incluir:
- Dolor abdominal: El dolor abdominal es común en las etapas avanzadas del cáncer de hígado y puede ser causado por el crecimiento del tumor o la inflamación del hígado.
- Pérdida de peso inexplicable: La pérdida de peso inexplicable puede ser un síntoma temprano del cáncer de hígado.
- Fatiga: La fatiga es común en las personas con cáncer de hígado y puede ser causada por una variedad de factores, como la anemia o la acumulación de toxinas en el cuerpo.
- Pérdida de apetito: La pérdida de apetito es común en las personas con cáncer de hígado y puede ser causada por la inflamación del hígado o el efecto de las toxinas en el cuerpo.
- Náuseas y vómitos: Las náuseas y los vómitos pueden ser un síntoma del cáncer de hígado y pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo la acumulación de toxinas en el cuerpo.
- Hinchazón abdominal: La hinchazón abdominal puede ser un síntoma del cáncer de hígado y puede ser causada por la acumulación de líquido en la cavidad abdominal.
Diagnóstico:
El diagnóstico temprano de los tumores malignos del hígado es crucial para un tratamiento efectivo y una mejor prognosis. En este artículo, exploraremos las diferentes pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar tumores malignos del hígado.
Historial médico y examen físico:
El primer paso en el diagnóstico de un tumor maligno del hígado es una evaluación exhaustiva del historial médico y un examen físico. El médico buscará signos y síntomas de un tumor hepático, como dolor abdominal, hinchazón, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), pérdida de peso inexplicable y fatiga.
Pruebas de laboratorio:
Una serie de pruebas de laboratorio pueden ayudar en el diagnóstico de un tumor maligno del hígado, incluyendo:
- Pruebas de función hepática: Estas pruebas miden la cantidad de enzimas y otros químicos producidos por el hígado y pueden indicar si el hígado está funcionando correctamente.
- Pruebas de coagulación sanguínea: El hígado produce varias proteínas que son importantes para la coagulación sanguínea. Las pruebas de coagulación sanguínea pueden indicar si el hígado está funcionando correctamente.
- Prueba de antígeno carcinoembrionario (CEA): El CEA es una proteína que se encuentra en la sangre y puede ser un marcador temprano de cáncer de hígado.
- Pruebas de marcadores tumorales: Estas pruebas miden la cantidad de ciertas proteínas en la sangre que pueden ser un indicador de cáncer de hígado.
- Prueba de hepatitis B y C: La hepatitis B y C son virus que pueden causar daño hepático y aumentar el riesgo de cáncer de hígado. Las pruebas de hepatitis B y C pueden ayudar a identificar si el paciente tiene una infección activa.
Imágenes diagnósticas:
Se utilizan varias técnicas de imagen para diagnosticar tumores malignos del hígado. Estos incluyen:
- Ultrasonido abdominal: El ultrasonido abdominal es una técnica de imagen no invasiva que utiliza ondas sonoras para crear una imagen del hígado. Esta prueba puede detectar la presencia de tumores en el hígado y proporcionar información sobre su tamaño y ubicación.
- Tomografía computarizada (TC) abdominal: La tomografía computarizada es una técnica de imagen que utiliza rayos X para crear imágenes detalladas del hígado y los órganos cercanos. Esta prueba puede detectar tumores en el hígado y proporcionar información sobre su tamaño y ubicación.
- Resonancia magnética (RM) abdominal: La resonancia magnética es una técnica de imagen no invasiva que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas del hígado y los órganos cercanos. Esta prueba puede detectar tumores en el hígado y proporcionar información sobre su tamaño y ubicación.
- Angiografía hepática: La angiografía hepática es un procedimiento invasivo que utiliza un tinte de contraste para resaltar las arterias hepáticas. Esto puede ayudar a detectar tumores en el hígado y proporcionar información
- Biopsia: La biopsia es un método invasivo, por lo general guiado por algun método de imagen que puede ser el ultrasonido, tomografía o resonancia magnética, nos permite obtener muestras de tejido para su posterior análisis y diagnóstico.
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