El hígado graso no alcohólico es una condición muy frecuente en latinoamérica, en esta condición hay un exceso de almacenamiento de grasa, que produce un daño al hígado, como respuesta a ese daño, el tejido hepático produce una cicatriz (fibrosis). El exceso de fibrosis en el hígado, lleva a que se produzca mas adelante cirrosis hepática, que puede favorecer el desarrollo de cáncer, como el hepatocarcinoma y posteriormente la muerte. El hígado graso también puede desarrollarse en pacientes con Diabetes Mellitus y obesidad.
En un cuerpo sano, el hígado remueve toxinas, produce bilis, una proteína que ayuda a digerir los ácidos grasos. El hígado graso evita que el hígado funcione adecuadamente, sin embargo, cambios en la dieta y estilo de vida pueden evitar que el daño hepático progrese.
La primera linea de tratamiento por el hígado graso no alcoholico es la pérdida de peso, a través de una combinación de reducción de calorías, ejercicio y cambios en la dieta.
En general, la dieta para el hígado graso no alcohólico incluye:
Frutas y vegetales
Plantas ricas en fibra y legumbres.
Reducir la ingesta de ciertos alimentos ricos en azúcar, sales, azucares refinados y grasas saturadas.
No alcohol.
La cantidad de perdida de peso varía de persona a persona, y se relaciona directamente con el exceso de peso que la persona tiene. Se recomienda en general una dieta rica en fibra, proteínas y grasas no saturadas.
El café ayuda a reducir los niveles elevados en las enzimas hepáticas.
Una taza de café al día puede ayudar a proteger el hígado del hígado graso no alcohólico y ayuda a evitar la progresión de la fibrosis hepática en pacientes que tienen hígado graso no alcohólico.
La Lechuga contiene polifenoles y nitratos ayudan a reducir el nivel de hígado graso especialmente cuando se consume cruda, ya que la lecha cocida reduce la actividad de estos compuestos.
Frijoles y Soya reducen el riesgo de Hígado Graso no Alcohólico.
Estudios han demostrado que el consumo de legumbres, especialmente lentejas, arvejas, garbanzos, soya, contienen almidones que ayudan a reducir la glucosa y triglicéridos en pacientes con obesidad.
El consumo de peces como Salmón, Atún, Sardinas y Trucha son ricos en ácidos grasos ricos en Omega 3.
El omega 3 puede reducir la grasa acumulada en hígado, aumenta el nivel de colesterol HDL y reduce los niveles de triglicéridos.
Avena
El consumo de avena puede reducir los niveles de triglicéridos a nivel sanguíneo y puede ser de mucha ayuda para pacientes con hígado graso no alcoholico.
Nueces Reducen inflamación del Hígado.
Estudios han demostrado el beneficio del consume de nueces para reducir los niveles de las enzimas hepáticas y por lo tanto, reducir la inflamación.
La Cúrcuma ayuda a reducir los marcadores de Inflamación Hepática.
La cúrcuma puede reducir los niveles de inflamación reducen los niveles de los marcadores de inflamación hepática.
Semillas de Girasol contienen altos niveles de Vitamina E
La vitamina E es uno de los antioxidanes utilizados en el tratamiento del Hígado graso no alcohólico, la semilla de girasol contiene altos niveles de este antioxidante.
Consumo de Grasas no saturadas
El consumo de alimentos que contienen grasas no saturadas como el aguacate, aceite oliva, peces grasos puede ser útil para pacientes con hígado graso no alcohólico. Estos alimentos tienen la capacidad de reducir el colesterol.
Ajo ayuda a reducir el Hígado Graso no Alcohólico.
El consumo de ajo ha demostrado su capacidad para bajar de peso y disminuir el exceso de grasa en el hígado.
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